La médula ósea, como un reservorio crucial de células madre, proporciona un entorno propicio para el desarrollo de diversos tipos celulares, siendo las células CD34+ las que juegan un papel central. La expresión del marcador CD34 en estas células las distingue dentro de este rico microambiente, lo que indica un gran potencial en términos de regeneración tisular y diferenciación celular.     
CD34 es una proteína transmembrana glicosilada y representa un marcador bien establecido para las células madre hematopoyéticas humanas y células progenitoras en la sangre periférica, médula ósea y sangre del cordón umbilical. Las células CD34+ son células madre multipotentes y autoperpetuables que dan lugar a todas las células sanguíneas del sistema inmunológico a través de un proceso llamado hematopoyesis. A medida que las células madre hematopoyéticas progresan a través de la hematopoyesis, generan las líneas mieloides (monocitos, macrófagos, granulocitos, megacariocitos, células dendríticas, eritrocitos) y linfoides (células T, células B, células NK). Las células altamente especializadas que surgen de las células madre hematopoyéticas trabajan de manera colaborativa para defender al cuerpo contra infecciones y enfermedades.
Así, la dualidad entre las células CD34- y CD34+ en la médula ósea proporciona una valiosa diversidad funcional, lo que impulsa una investigación profunda para comprender mejor sus propiedades únicas. Este profundo entendimiento es esencial para aprovechar completamente el potencial regenerativo y terapéutico de estas células en el contexto de la medicina regenerativa y aplicaciones clínicas innovadoras.