Los ensayos de flujo lateral (LFA, por sus siglas en inglés), también conocidos como ensayos inmunocromatográficos de flujo lateral, son dispositivos sencillos basados en papel destinados a detectar la presencia (o ausencia) de un analito diana en una muestra líquida (matriz) sin necesidad de equipos especializados y costosos, aunque existen muchas aplicaciones basadas en laboratorio que se apoyan en equipos de lectura. Normalmente, estas pruebas se utilizan para diagnósticos médicos, ya sea para pruebas caseras, pruebas en puntos de atención o para uso en laboratorios. Una aplicación muy extendida y conocida es la prueba de embarazo casera.

Un ensayo de flujo lateral (LFA) se compone de cuatro partes: una almohadilla de muestra, que es la zona en la que se deja caer la muestra; almohadilla de conjugado, en la que se combinan etiquetas etiquetadas con elementos de biorreconocimiento; membrana de reacción que contiene la línea de prueba y la línea de control para la interacción antígeno-anticuerpo diana; y almohadilla absorbente, que reserva los residuos.

 

En micología, la prueba LFA más utilizada es la prueba de detección de antígeno de criptococos.

 

El IMMY CrAg LFA (Cryptococcal Antigen Lateral Flow Assay) es un ensayo inmunocromatográfico de tira reactiva para la detección cualitativa y semicuantitativa del antígeno criptocócico. Este ensayo de flujo lateral está revolucionando las pruebas de antígenos criptocócicos, ya que ofrece una sensibilidad analítica hasta 200 veces superior a la de otros ensayos comerciales. El CrAg LFA ofrece a los profesionales sanitarios de todos los entornos clínicos resultados de diagnóstico rápidos, fiables y sólidos.