Los inmunoensayos enzimáticos (también llamados EIA) utilizan anticuerpos para detectar la presencia de antígeno o a la inversa, dependiendo de la prueba realizada.

 

Existen varios tipos de métodos EIA, pero todos utilizan un anticuerpo conjugado con una enzima y la adición de un sustrato de esta enzima para visualizar y cuantificar. Este sustrato es un cromógeno, una molécula incolora que forma un producto coloreado en presencia de la enzima. Las enzimas más utilizadas en la EIA son la fosfatasa alcalina y la peroxidasa de rábano picante o HRP. En algunos métodos de EIA, el sustrato es un fluorógeno, una molécula no fluorescente que la enzima transforma en un producto fluorescente. ELISA (Enzyme-linked Immunosorbent Assay) es el método EIA más utilizado.

 

Proponemos sistemas de pruebas cualitativas o semicuantitativas (titulación) para la detección de antígenos de diferentes organismos o anticuerpos contra microorganismos en muestras de pacientes.