El formaldehído (CH2O) es el único aldehído gaseoso. Se disuelve en agua con una saturación del 37 al 40%. Esta solución suele denominarse "formaldehído" o "solución de formaldehído". Para ello, esta solución concentrada se utiliza diluyéndola con agua o tampón (normalmente 1/10), y después con una solución de formalina al 10%, que de hecho contiene un 4% de formaldehído, una concentración ideal para la fijación. También es posible utilizar paraformaldehído, que se presenta en forma de polvo, siendo este compuesto la forma altamente polimerizada del formaldehído. El paraformaldehído permite preparar soluciones muy puras de formaldehído y está especialmente recomendado para la microscopía electrónica.

 

El formaldehído es un fijador de penetración rápida y fijación lenta que resulta más adecuado para grandes piezas de tejido. El formaldehído es un fijador químico que reacciona con las cadenas laterales de las proteínas para formar grupos hidroximetilo. Los efectos del formaldehído son reversibles con un exceso de agua.