La cristalización suele ser el cuello de botella en el trabajo con proteínas de membrana. La temperatura, la concentración de sal y detergente afectan todo el proceso de cristalización. Determinar las condiciones necesarias para cristalizar una proteína no proporciona mucha información sobre las condiciones necesarias para cristalizar otra. El proceso es verdaderamente más un arte que una ciencia. La Fase Cúbica Lipídica (LCP) promete eliminar el cuello de botella de la cristalización. La gama de productos LCP de Anatrace incluye tanto productos de monooleína como de monopalmitoleína. Ambas moléculas tienen la capacidad, en solución acuosa, de autoensamblarse en una estructura de red. Conceptualmente, la red está compuesta por una fase lipídica cuasi y canales. Mientras que el componente cuasi lipídico suspende las proteínas y es químicamente similar a una bicapa lipídica, los canales permiten que material soluble en agua pase a través de la red. La estructura de red multicapa actúa como una trampa y restringe cualquier proteína de membrana que se deslice o difunda en ella. Dentro de la red, las proteínas pueden difundir lateralmente a través de la estructura, y este proceso ayuda a separar las impurezas solubles en agua que afectan la cristalización. Una vez que las proteínas están suspendidas en la red, se permite que la solución acuosa se evapore, y las proteínas atrapadas eventualmente alcanzan el estado de sobre saturación necesario. En este punto, la estructura de la red proporciona un último servicio importante. El LCP limita el movimiento de las proteínas y crea el orden necesario para que comience el crecimiento de cristales.