Cloroquina (también llamada cloroquinina) es un medicamento antipalúdico de la familia de las 4-aminoquinolinas que se ha comercializado ampliamente en forma de sales (sulfato o fosfato). Cloroquina, quinina y hidroxicloroquina son los tratamientos más utilizados contra la malaria, tanto preventivos como curativos. Esta molécula también ha demostrado eficacia en el tratamiento de ciertas enfermedades autoinmunes, como el lupus y enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide. La cloroquina también muestra efectos antivirales, aunque por el momento estos se han observado principalmente in vitro.

Con la pandemia de COVID-19 causada por el virus SARS-CoV-2, la cloroquina ha atraído interés, junto con otras moléculas, como un potencial antiviral. Se cree que la cloroquina es efectiva in vitro en inhibir la replicación de SARS-CoV-2. Se parece que la cloroquina es responsable de aumentar el pH de los lisosomas de las células objetivo del virus. Sin embargo, la eficacia de la cloroquina como tratamiento en pacientes infectados con CoV-2-SARS aún debe ser probada, pero muchos estudios están en curso.