La función del sistema cardíaco o cardiovascular es bombear sangre rica en oxígeno a los órganos, tejidos y células del cuerpo y eliminar el dióxido de carbono y los productos de desecho. También transporta nutrientes como aminoácidos y electrolitos, así como hormonas. La sangre circula a través de una red de arterias, venas, vasos y capilares por todo el cuerpo. El sistema cardiovascular está compuesto, por tanto, por el corazón y la red que permite que la sangre circule. Las células endoteliales, los miocitos, las células del músculo liso y los fibroblastos son componentes vitales necesarios para el funcionamiento normal del sistema circulatorio. La proliferación y regulación anormales de las células del sistema cardíaco contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.