La prueba rápida para el diagnóstico de SARS-CoV-2 proporciona la detección cualitativa de IgG y/o IgM en suero humano, sangre total o plasma en aproximadamente 10-15 minutos.

Las pruebas rápidas se basan en el principio de inmunocromatografía de flujo lateral y están disponibles en forma de cassette. La prueba se basa en la separación de los componentes de una mezcla a través de un medio utilizando fuerza capilar y la unión específica y rápida de un anticuerpo a su antígeno.

IgM e IgG son inmunoglobulinas producidas por el sistema inmunológico para proporcionar protección contra SARS-CoV-2. Por lo tanto, se pueden detectar anti-SARS-CoV-2 IgM e IgG en muestras de pacientes afectados.

La prueba detecta la presencia de anticuerpos generados por el paciente contra SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad COVID-19. La prueba puede detectar dos tipos de isótopos de anticuerpos: IgG e IgM.

Existen varios tipos de pruebas, pero la más común implica la unión de anticuerpos anti-humanos IgG e IgM a la superficie del cassette y la acoplación de un antígeno del virus con partículas de oro coloidal. Si la muestra del paciente contiene anticuerpos anti-SARS-CoV-2, entonces estos anticuerpos se unirán al antígeno presente en la zona de conjugación del cassette, y el complejo formado migrará hacia los anticuerpos anti-humanos IgG y/o IgM unidos a la membrana. Aparecerá una banda coloreada.