Pruebas serológicas en micología
Las pruebas serológicas han cobrado importancia en micología debido a la rapidez de los resultados y a que estas pruebas pueden servir como indicador pronóstico.
Los métodos serológicos utilizan las reacciones y propiedades del suero. Las pruebas serológicas se realizan para demostrar la presencia de antígenos o anticuerpos en el suero o en los fluidos corporales de sospechosos de infección fúngica.
La respuesta inmunitaria específica que resulta de la exposición al antígeno fúngico de la pared celular, citoplasmático o extracelular durante la infección puede utilizarse para el diagnóstico. Mediante el seguimiento de esta respuesta, se puede evaluar el pronóstico de la enfermedad y el resultado de la terapia.
Existen diferentes pruebas serológicas:
- Aglutinación
- Inmunodifusión (ID)
- Prueba de fijación del complemento (CFT)
- Ensayo inmunoenzimático (ELISA)
- Ensayo de flujo lateral (LFA)
- Contrainmunoelectroforesis (CIE)
- Ensayo radioinmunoabsorbente (RIA)
Las ventajas de las pruebas serológicas en micología son :
- Interpretar el significado clínico de los cultivos positivos - Descartar la contaminación del laboratorio
- Identificar nuevos aislados cuando se demuestra la presencia de anticuerpos frente a un antígeno concreto.
- Diagnóstico rápido
- Marcador pronóstico
Los antígenos fúngicos y los controles positivos se utilizan para detectar anticuerpos en el suero de los pacientes mediante el procedimiento de fijación del complemento (FC) para ayudar al diagnóstico de cuatro enfermedades fúngicas específicas: histoplasmosis, blastomicosis, coocidioidomicosis y aspergilosis.